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La isla de Kampa es una de las ocho islas que se encuentran en el río Moldava a su paso por Praga, la isla de Kampa tiene un extraordinario jardín quizá en otro tiempo palaciego. Entramos por el canal del Diablo, donde aun podemos ver alguno de los muchos molinos que había en otra época. Frente al palacio del Gran Prior aun vemos uno. La isla de Kampa es un lugar extraordinario para cenar, para comer, con unas vistas extraordinarias sobre el puente de Carlos o unicamente para descansar tras un día de intenso paseo por la ciudad de Praga. Merece la pena.
En su paseo por Praga el río Moldava descubre una serie de pequeños islotes algunos de ellos con un encanto especial como es el caso de la Isla de Kampa.
La Isla de Kampa se encuentra casi unida a tierra, una pequeña franja de agua permite descubrir que se trata de una pequeña isla. En la zona de Mala Strana esta isla tiene un encanto realmente especial. Nosotros llegamos a ella desviandonos en el puente de Carlos por la parte de Mala Strana. Nada más entrar en la isla vimos un antiguo molino de agua que todavía estaba funcionando. Pequeñas calles con terrazas fue lo que vimos a continuación. Una plaza de un tamaño medio, toda adoquinada, típico por otro lado de Praga, rodeada por terrazas le da un encanto especial.
Continuando la visita por la isla llegamos a un parque, todo cesped y todo árboles justo en la orilla del río. Gente sentada en el cesped, otros patinando, otros en bicicleta era el ambiente que se respiraba en Kampa. Nosotros tuvimos la oportunidad de descansar un poco sobre el cesped, contemplando el río Moldava tras una caminata importante que llevabamos.
La Isla de Kampa es uno de esos rincones de Praga que es muy recomendable visitar.