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El Festival de Holi es una de las grandes celebraciones de la tradición hindú que bajo ningún concepto os podéis perder si viajáis al norte de India o Nepal en los primeros meses del año.
De orígenes confusos, como suele ser en estos casos, son muchas las leyendas que tratan de explicar el origen de la fiesta. Entre ellas destaca aquella que narra la muerte de Holika, hija del rey de los demonios, de las manos de su propio padre cuando éste pretendía asesinar a otro de sus hijos por adorar al dios Vishnu. Holika murió en la hoguera en lugar de su hermano, y por este motivo la noche antes a la gran celebración en todos los pueblos y ciudades se encienden hogueras rememorando el acontecimiento.
La explicación práctica del Holi, sin embargo, la encontramos en el final de invierno y la llegada de la temporada de lluvias, que trae consigo el agua necesaria para regar los campos. Es por eso que el día del Holi todas las personas, independientemente de su edad, sexo o condición, salen a la calle cargados de polvos de colores, globos de agua e incluso cubos, y se enzarzan en una divertida "guerra" que dura hasta caer la noche.
El día exacto de la celebración lo marca la luna llena del mes hindú de Phalguna, que este año es el 29 de marzo. Si tenéis pensado asistir os aconsejo que os pongáis la ropa más vieja y rota que tengáis, ya que posiblemente al final del día no os quede más remedio que tirarlo todo a la basura. Del mismo modo, no saquéis vuestras cámaras del hotel a menos que las llevéis bien protegidas, ya que en la locura del Holi nadie tendrá piedad de vosotros.
Pero, por encima de todo, haceros con un buen puñado de polvos de colores y algunos globos de agua y prepararos para participar de una de las fiestas más locas y divertidas que a las que asistiréis en vuestra vida.
Imagen | CarmenSitio Web | Holi Festival
En Diario del Viajero | Caminos de India: El Kumba Mela, Vietnam: La fiesta del Têt
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