Paisajes
Después del madrugón y de unas 3 horas de autobús (excursión contratada con el tour-operador), llegamos a Pompeya. Hoy Pompeya, meta turística mundial, es una planicie de sesenta hectáreas de ruinas, desterradas parcialmente. Antes del 24 de Agosto del 79 d.C. era una floreciente ciudad comercio de 30.000 habitantes. Bajo la furia del Vesubio, el cual veíamos a lo lejos por toda la zona de Nápoles,una nube de gas envenenado de cenizas y de fragmentos de materia volcánica, enterraron a los habitantes enjaulados en la ciudad, y asfixió a quien trataba de huir hacia el mar.
Pompeya había sido una ciudad floreciente con magníficos edificios públicos y fastuosas casas privadas. La erupción del 79 la borraría de la historia durante muchos siglos, hasta que en el S. XVIII se emprendieron las primeras excavaciones. En el siglo siguiente el trabajo se haría orgánico y científico. Hoy se sigue trabajando para rescatar lo mucho que todavía queda por desenterrar y para conservar lo que ya se ha descubierto.
Además de ofrecer un inmenso valor documental sobre la vida antigua de una ciudad y de un pueblo, la visita a las excavaciones de Pompeya supone una oportunidad preciosa para conocer el arte de la Roma antigua, especialmente su pintura, pues aquí se encuentran vestigios únicos como en la Villa de los Misterios o la Casa de los Vettii. Los mosaicos también tienen una importancia fundamental. Entre los más significativos destaca 'La Batalla de Alejandro' en la Casa de Fauno. Los vestigios de esculturas en mármol, bronce y terracota, denuncian fuertes influjos helenistas, incluso hay auténticas copias de obras maestras griegas.
Otros lugares clave que no pueden ser olvidados son el Foro (primera foto de la izquierda), centro político, religioso y económico de Pompeya; la elegante Basílica y el Templo de Apolo, que no ha perdido ninguna de sus columnas; El severo Templo de Vespasiano y el Templo de Júpiter; las Termas del Foro; la sugerente Vía de los Sepulcros, el Teatro Grande y el Teatro Pequeño, etc.
Una de las cosas que más nos impactó a todos fueron los cadáveres petrificados (a algunos se les veía el cráneo y/o los dientes), dispersados por Pompeya con posturas de defensa delante de la cara, como si estuvieran apunto de encontrarse con la muerte (como finalmente sucedió).
Os dejo un vídeo de algo más de 7 minutos que grabamos en las ruinas de Pompeya:
Tras la espectacular visita de Pompeya, llegamos al puerto de Nápoles para coger un ferry hasta la Isla de Capri. Recuerdo que el Ferry de ida tardó más de la cuenta, debido a la alta mar y a que se averió un motor, lo que hizo que más de la mitad del ferry devolviera debido a la movilidad del mismo en la travesía.
Con una longitud de 6km. y una anchura de 2 (10kmcuadrados), Capri es desde hace 2.00 años una isla de sueño. Los romanos la escogieron por la belleza de sus paisajes, por la dulzura del clima y la transparencia de su mar.
Cuando se llega a la isla (12.00 habitantes) se arriba al Puerto de Marina Grande. Desde aquí hay que subir a la auténtica Capri, cuyo centro legendario es la 'plazuela'.
Además del clima, del mar y de la vegetación, hay otras cosas que ver, como varias iglesias entre las que destaca la Cartuja de Santiago o Certosa di San Giacomo, del S. XVII, la Torre del reloj o Torre dell'Orologio, etc.
Pero lo más impresionante que ofrece la isla son sus famosos Farollones. Se trata de 3 gigantescas rocas solitarias que surgen del mar a poca distancia unas de otras y que se elevan hasta alcanzar casi los 100 metro de altura.
No pudimos visitar por culpa de la mala mar la Gruta Azul, una cavidad natural de 30 metros de altura y 55 de longitud por 15 de anchura. Una vez superada su entrada (es necesario inclinarse sentados en la barca), se asiste a un espectáculo mágico y sorprendente: La luz que proviene del fondo del agua confiere al agua y a las paredes de roca un color dulcemente azul.
Os dejo un vídeo de Capri grabado por nosotros:
Dejamos Capri para volver, ya sin apenas luz solar, a Nápoles. Como era tarde y todavía nos quedaba el camino de vuelta, sólo nos dio tiempo a visitar por fuera el Castillo Nuevo o Maschio Angioino, que con su Arco de Triunfo y sus cinco torres se alza poderoso y solemne frente a la plaza del Municipio. El arco de Triunfo está construido en mármol y colocado entre las torres de guardia. La foto del castillo es de Wikipedia Italia.
También paseamos por la Galería Humberto, de 1887 en pleno corazón de Nápoles. La Galería tiene una longitud de 147 metros y la cúpula alcanza los 57 metros.
Poco después regresamos a Roma, donde recargamos las pilas para el día siguiente, que comentaré en unos días...Conozca ConozcaUrl
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